martes, 30 de diciembre de 2008

Breve biografía de Pedro Salinas

PEDRO ANTONIO SALINAS


Poeta nacido en San Nicolás ,Provincia de Buenos Aires. Miembro fundador del Grupo Literario Disámara . Ha participado en lectura de poemas en diversos espacios culturales nicoleños como así también en programaciones radiales. Integro la Prim1era Antología de la Poesía Nicoleña en 1986, y la segunda Antología en 1992. En 1983 obtuvo Medalla de Oro, Primer Premio en el certamen literario provincial “Atilio S. Giraudo” de Arrecifes. Logró además importantes premios en distintos concursos poéticos de la provincia de Buenos Aires.

SOLEDADES (POEMA)

SOLEDADES


Como una guitarra ciega
el viento
anda buscando
una melodía
perdida entre la lluvia.
Pero no es para mí
el llanto de los sauces
en las penumbras del agua,
ni la cruz de sangre
que tejen las nubes
sobre el horizonte.
Es este grito de álamo
que se queda sin lagrimas
cuando las campanas huyen
a espaldas de la noche,
y uno se queda parado
donde se quiebra la tarde
con los cuatro puñales
del viento en la garganta.



Pedro Antonio Salinas.

POETA SUSANA TOSSO

SUSANA TOSSO

Poeta nacida en San Pedro, Provincia de Buenos Aires.
Asistió a los talleres de narrativa de Sylvia Iparraguirre (1986-1987) y de Abelardo Castillo (1989). Tercer premio de poesía Fundación INCA por su libro “Destiempo” (1994). Finalista y Mención Especial a libro inédito en el certamen Internacional de Poesía de Medellín, Colombia (1995). En el mismo año obtuvo el segundo premio otorgado por el Fondo Nacional de las Artes (Argentina) por su libro “Delgadísima Hebra” . Actualmente dirige el Taller de las Artes y la Casa-Museo Fernando Gracia Curten, de San Pedro, Provincia de Buenos Aires.

POESÍA

El domingo es una antigua fotografía en
negro y blanco,
y esta esperándome
con las señales al pie de la escalera.
No va a dejarme pasar
hasta que yo apriete mi cuerpo contra la bata
verde,
y quede plana.
Será necesario regresar a la ventana alta y
Gritar
por sobre los techos de las casas,
que quiero reconquistar mi cuerpo,
para acercarme a la mesa,
para beber, con los ojos cerrados,
una taza de café caliente.



Susana Tosso. (Del libro Delgadísima Hebra, Ed. Galerna)

lunes, 29 de diciembre de 2008

CUENTO

EL TIGRE PENSÓ QUE PENSABA


El Tigre le decían. Era de carácter fuerte y de pocas pulgas. Dicen que no molestaba a nadie, pero no le gustaba que lo provocaran; ni siquiera le gustaba pensar que alguno lo iba a provocar. Se irritaba pronto.
Una noche en un boliche de campo, en Arrecifes, el Tigre González tomaba una copa lenta acodado al mostrador. A su lado estaba Belisario, su único amigo, entendida la amistad como la consideraba el Tigre. Bebían en silencio, mirando hacia esa nada que suelen mirar los bebedores de noches largas. Al Tigre se le ocurrió pensar que su amigo Belisario estaba pensando que era más guapo que él. Y se lo hizo saber. Le dijo: Vos estás pensando que sos mejor que yo con el cuchillo. Su amigo, sorprendido, le contestó que no, que cómo se le ocurría pensar que él estaba pensando semejante cosa. Pero el Tigre insistió. Le aseguró que estaba seguro. Y terminó por convencerlo a Belisario. Y entonces se desafiaron mutuamente. Se invitaron a salir del boliche a medir fuerzas. Belisario se olvidó que jamás se le hubiera ocurrido pensar que era mejor que el Tigre con el cuchillo. El orgullo pudo más que su memoria.
Los dos hombres salieron del bar. Había una luna grande, y los facones se volvieron espejos de ese satélite atroz que parecía reírse. Eran las primeras heladas de un invierno que apuntaba bravo. Pero la escarcha que se hundía en el pisoteo de las alpargatas, se disolvió drástica, fugaz, ante el hervor de la sangre de estos amigos que sudaban ginebra y orgullo.
El primer planazo lo tiró Belisario. El Tigre siempre supo esperar. Después, un tajo le surcó la cara indiada al Tigre, que se convenció de lleno que el otro pensaba lo que él pensaba. El acero chispeaba una música lúgubre. Eran dos carniceros disputando el desposte del honor. Era una guerra de luces y silencios y el bailoteo de la muerte, que de a ratos, se escondía socarrona detrás de un paraíso.
Hubo un tajo, y después otro, y flecos de camisas cortadas por una idea fija. De pronto los dos hombres cayeron, uno encima del otro. El Tigre, con el rostro bañado de un sudor espeso, vio de cerca la cara de Belisario. Y de repente le pareció verse a sí mismo. Estamos todo rotos, hermano –le dijo- Y sí, le contestó Belisario. Entonces el Tigre se levantó despacio y le tendió la mano. Perdoname hermano. Está frío acá y la ginebra recién a por la mitad –le dijo- Así es Tigre, respondió el otro.
Los dos hombres entraron al boliche con los restos de pilchas que sangraban. -Por la amistad- brindó el Tigre. –Que es lo primero-, brindó Belisario.



Elvio Zanazzi)
(del libro “Cuentos del Abrevadero”)

Si le interesa este libro comuníquese con el autor (elvioza@yahoo.com). Tiene un costo muy accesible. Ya se sabe: los escritores no viven de lo que ganan, sino de lo que no gastan.

sábado, 27 de diciembre de 2008

a dónde van los días

a dónde van los días

a mi prado azul donde crece este aliento
y un esbozo de sonidos repercute
en el monte del rey
junto a las horas que paso sentada en el tronco
viendo la fertilidad de la tierra desplegarse sobre sombras
y sombras lilas formar la cruz

a dónde van los días

a mi montaña azul donde se perpetúa este aliento
y la obsesión incurable de pretender desdoblar la piedra
y el fantasma queda herido de sol

a dónde van los días

a mi mar azul abismo perpendicular
donde morirá mi aliento en un suburbio de autistas
y denotará la ceremonia en un par de ojos con tentáculos


antes
mucho antes
la palabra era luz


(del libro:Este huésped que me absorbe) Edic. Baobab

LAURA LUGONES
Poeta. Vive en Ramallo, Pcia de Bs.As.

viernes, 26 de diciembre de 2008

RESTITUIR

"larga y prematuramente adiestrado en el ejercicio dela paciencia y en la cuidadosa restauración deilusiones sistemáticamente pisoteadas".
Ángel González


Restaurar en el mundo dado vueltas
Restituir con un caballo que tiene la cabeza hacia la cola
Recuperar en el territorio de las vanidades y banalidades
Reconstituir cuidadosamente el rosal
El albor de la espuma
La sobriedad de las ideas
El mañana y su espera.
Con la canción, tal vez.

Elvio

jueves, 25 de diciembre de 2008

HUMBERTO COSTANTINI

EllosSon tan bien,tan irónicos,tan finamente sabios,que uno es un hotentote,un perdonable brutoinnoblemente vivo todavía.

Ellos esperan,ellos miran y esperan,sencillamente esperan.Tienen un aire dulce de bohemia,un no sé qué elegante,una sonrisa tía(una vez escribieron doce versospero bah quién se acuerda),un gesto roberteilor para ciertos asuntos,te toleran.(Te toleran creer, desgañitarte,andar despellejado por el mundo,te toleran hundirte hasta el no entiendo,hasta el no puedo más,o hasta las lágrimas.Te toleran nacerte una mañana,y asombrarte y reírte como locoy seguirte y seguiry adónde está esa vida y vengan cartas.Te toleran tu angina, tus horarios,tus deudas,tu vino peligroso en ciertas noches,tus camisas, tus ganas.Te toleran morir cuarenta veces,te toleran salir y enamorarte,te toleran vivir loco de vida.)Claro, tienen paciencia,tienden redes,dicen como diciendo todavía,te ofrecen su fraterno aburrimiento,te ofrecen lindos nichos,te convidan.A veces se insinúan sonrientes como putas,tiran viejas carnadas,te dicen que los otros,que fulano,es asíque vos en cambio...Luego esperan,te sonríen y esperan,sencillamente esperan.Yo no les tengo lástima,quisieraverlos chisporrotear en el infierno,dando vuelta el manubrio de sus nadas,bebiéndose sus muertes venenosascomo un aperitivo.

Humberto Costantini

domesticar

Domesticar:
Controlar o dominar [el ser humano] una fuerza natural, una realidad abstracta u otra cosa. Eso dice don diccionario. Ahora digo yo:

Una realidad abstracta (abstracto: 1. adj. Que significa alguna cualidad con exclusión del sujeto), no incluye lo que corre por dentro. Por lo tanto el ser humano puede domesticar, o al menos intentar, un hecho donde el corazón no participe, donde la sangre no se enerve, donde los silencios no griten. La fuerza natural es un tsunami que tiene pocas variantes de contención. Yo, te confieso, por momentos pienso en asirme de una torre y por otros subirme a la cresta de la ola y estrellarme contra lo que venga.
Eso sí, desearía a toda costa que en ese recorrido, me encontrara con esas manos y aquella mirada.
E.Z.

FABIÁN

DE ESE RARO TRONCO
QUE ALUMBRABA
LA LUNA EN EL PATIO
NACIÓ
LA MAGIA MÁS VIEJA
ESA QUE PARIÓ
UN PUEBLO SIN MEDALLAS,
EL MISMO QUE NO SUPO COMPRENDER
AL INDOMABLE POTRO MARIO,
ESE QUE ACENTUÓ
LAS COPLAS DEL OLVIDADERO
PARA EL VERDUGO Y EL CARCELERO.
DE ESE RARO TRONCO
QUE ALUMBRABA LA LUNA EN EL PATIO
NACIÓ AQUEL HOMBRE,
EL DE LA VOZ GRAVE COMO UN TRUENO, EL
DEL ABRAZO FUERTE, EL DE LA MANO FRANCA
EN DEL PENSAMIENTO LIMPIO
EL DE LA TERNURA
EL DEL GESTO GRANDE QUE DIJO
SI UN HIJO QUIEREN DE MÍ
PARA MATARLO, PARA MATARLO
PREFIERO DECIR UN NO, ALTO Y SAGRADO

FABIÁN SOSA.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

DISTANCIA


LA DISTANCIA

La distancia en su tiempo soberano ha prestado declaraciones ofuscada intentando convencer a los jurados respecto de lo infámico de sus posturas.
Argumentó ante el tribunal bicameral que no pueden medirla desde la intemporalidad de los noviembres.
Que no es justo mencionarla de “mala” so pretexto de buscar responsables de la soledad mediata.
Que nació en una historia de amores congruente con los mares y navíos y supo unir desde los remotos confines del dolor a miles de corazones confundidos en músicas extrañas. De todas, dice, supo hacer sinfonías memorables.
Firmó la distancia su declaración y se fue calladita, a sentarse en el banquito de las esperas.

13/11/06 – Lunes 23 Hs +-

..Después se encocoró.
Se puso de pie con esa forma elegante que suelen tener contadísimas personas.
Hizo un gesto de augurar revanchas y enfiló hacia la puerta lateral, la que sale a calle costanera.
Caminó varios metros, encendió un cigarrillo y susurró prefacios de un poema aún no escrito.
Ahí sí, la distancia metió miedo.

14/11/06 – Diez y pico


Los árboles que parecían dos sombras eternas han descubierto algunas ramas secas con peligros de quiebres.
El camino, tan vertical y callado, ronroneó su cemento y las rayas de las banquinas, por vez primera, mostraron su disgusto.
Habrá que ver si las sombras resguardarán la brisa.



¿Estaba erguido usted?
¿Estaba tieso?
¿Pensaba en arrabales empedrados?
¿En lloviznas y luciérnagas?
Pues tropiece también, sufra de tino. Salte porque le quema el pie, un tufo de pisos muy verano.
14/11/06




El amor en su pleno de juego
En surfeo sobre la incertidumbre
Parido y enterrado
Puérpero y difunto
De pronto y veremos.
Así viene, con todo.

15/11/06
Cerca de medianoche


Una coplita:

Viene bajando del cerro
Muy tranquilita
Como pariendo el canto
La señorita
Subiendo va la luna
Muy agitada
Queriendo llegar alto
Bien apurada.


Elvio Zanazzi

viernes, 19 de diciembre de 2008

2 Años sin Leonardo


RESEÑA

No hay fresco en la vereda
solo un perfume rancio
por las transversales
Igual
sentados a la puerta de tus restos
estamos firmes aquí
Esperando...
Son unas cuantas
las miradas canosas.
Algunas muestran huellas
Y ausencias...
Por el combate.
La voz de Elvio
(erigido en sumo Sacerdote)
nos lleva en un rezo laico.
"Navega en su mar de té
al cuidado de su escuadra"...
Luego las notas de Fabián
más sentidas que nunca.
Las lágrimas del Vasco
Los abrazos...
Junto a la puerta abierta
la madera nos mira.
Una voz dice: ¿Dónde?
-abajo, el primero a la izquierda-
como escuchando a las madres
pienso...
Ahora sí, más tranquilos
nos vamos
con el íntimo sentimiento
de estar como él,
en el lado correcto.

Eugenio Canals
15-12-08
(dos años sin el Negro Castillo)

martes, 29 de julio de 2008

LEY DE RADIODIFUSIÓN

Como es el debate (y embate) que se viene, propongo sumar opiniones e intercambio de información en referencia a este tema crucial.

viernes, 18 de julio de 2008

IVO SE PRESENTA


Mi nene más chiquito, Ivo, se presenta ante ustedes. Y yo.... babeo.

viernes, 11 de julio de 2008

fragmento

Aquel hombre derribó la selva inútil para que naciera el trigo, y tendió entre los hombres puentes eternos. Al séptimo día quedó mirando las nubes como si rezara, o tal vez escuchaba cómo nacía el silencio durante el séptimo ocaso.
Cuando lo vi jugar con los niños ya no supe si era de nuevo entre nosotros Cristo, o si entre nosotros era de nuevo el Che.

Leonardo Castillo (La magia más vieja)

jueves, 3 de julio de 2008


MALOMAL

Bien por los pueblos que viajan en sus trenes y sus barcos,
bien para el pueblo que cuida sus almendros
y los jardines que salpican la ciudad y cada villa.
Malomal para el pueblo si su tren y su barco viajan sin rumbo,
malomal para los pueblos sin gaviotas ni jardines.

Bien por el pueblo que enciende la luz propia
y la lleva hasta los últimos rincones para dejarla caer
sobre la fantasía de un cuento
y en las calles interminables de lo que hay que saber.

Malomal para el pueblo que no es dueño de la chispa,
el agua y la sal que su pan diario reclama.

Bien por el pueblo que embarca los retoños de su trabajo y
los dirige hacia donde el Hombre más los necesita;
bien por el pueblo que moja esos retoños con el sudor de su lámpara
y los multiplica hasta que la miseria huye en estampida
con su malacara hecha pedazos.

Malomal para los pueblos que ponen los retoños de su trabajo a los pies de la banca
o de la bolsa de comercio,
dueños de nada aunque les hagan creer que son dueños de la vida
mientras sus hijos caen de tifus, tuberculosis, malaria, hambre, ignorancia
y la miseria es reina y señora, bastarda bien mandada, legítima, por fin, en todas las ventanillas de la burocracia.
Bien por los pueblos que veneran a los más altos en bondad y sabiduría,
bien por el pueblo que hace suyas estas virtudes sin necesidad de expropiarlas
y las calienta y las acuna hasta el infinito.
Malomal para los pueblos que no expropian el carbón, el petróleo, las imprentas,
los puertos, la electricidad, el acero, el trigo, las fábricas,
los ríos, el viento y la música.
Malomal para los pueblos que no expulsan de sus fronteras de amor
a los señoritos de galera que a punta de bastón nos indican donde debemos morir sin sollozar por los harapos de nuestro palpitar y el palpitar ajeno.
Bien por los pueblos que expulsan lo infértil, lo egoísta,
al señorito de galera y bastón con su cultura de fusil
apuntando al corazón de la calle o al cuello de las esquinas,
su cultura de aerosoles falsos para conquistar hombres y muchachas,
su cultura del plato de lentejas: la civilización del cercomóvil, último modelo sobre cuatro ruedas y rejas invisibles tripulado por hombres y mujeres huecos.
Malomal para los pueblos que aceptan esas dictaduras más o menos encubiertas,
más o menos digeribles, totalmente inflexibles en su corrupción y el desatino.

Bien por los pueblos que hacen del amanecer un canto, una danza de la tarde
y un manifiesto de la noche
donde la paleta del universo y el pincel del Hombre rescatan la tibieza del fuego.
Mal por los pueblos que son número a la mañana, un cheque a la tarde y un depósito vacío a la noche.

Bien por mi amigo, el que primero dio su sangre por los otros,
hombre o animal, hembra o macho –nadie lo sabe- sin nombre ni apellido,
que no importa, pero sin duda el primer jardinero de la vida.

Bien por mi caballo que ha quedado solitario,
viviendo como puede en la llanura de la pampa esperando mi regreso,
este regreso de vivir como se puede para cruzar, juntos los dos,
de un galope el polvo de mi tierra.
Bien por mi caballo,
malomal para mí si no aguanto en mi diestra la bandera de tormenta;
malomal para nuestros enemigos si creen que mi gente les dará tregua en la tormenta.
Confiscaremos su equipaje donde no hay ni un tibio rezo,
ni una triste y miserable carta al panadero, ni el color de una travesura,
ni espigas de trigo o de lavanda;
ni memorias de la lluvia de septiembre.
Confiscaremos su equipaje: calaveras, látigos, tortura,
cenizas de hombres y de libros, traición, olvidos,
escrituras de casas y terrenos de campos y de fábricas;
galones de uniforme, claro está, medallas que premian la obsecuencia;
pecados que en América Latina y en cualquier parte del mundo
los pueblos cobran al contado, y que yo sepa, amigos míos,
no hay magisterio de perdón para tanta oscuridad,
sucursal directa aquí, en la tierra, del mismo infierno.

Malomal para nosotros, amigos míos,
si nuestra bandera de trigales y lavanda, de brevas y de leche
no flamea en un escándalo de luz armado hasta los dientes
con lo más duro y vivo del ocaso.

LEONARDO CASTILLO (Un Pueblo sin medallas)

martes, 1 de julio de 2008


LEONARDO CASTILLO

Nace en Villa Ramallo, en Julio de 1931. Como lo dice en su poema es un “Hombre desde acá”, lo cual hizo impermeables los conceptos de la gente que le sugería que para triunfar debía instalarse en ciudades más pobladas. Cuando se le pregunta por sus inicios literarios él se remonta a la escuela primaria, a un libro de cuarto grado, y puntualmente a un cuento que les hizo leer la maestra. La historia se llamaba “Skiold, el rey que vino del mar” y relataba la llegada de un barco a un pueblo sin que de ese galeón bajara nadie. Dice el relato que la gente subió a la embarcación encontrando sólo a un niño muy pequeño que el pueblo adoptó como hijo. Y con las años ese niños se convirtió en rey del pueblo defendiéndolo de los invasores y llevándole prosperidad a sus ciudadanos. Pidió el Rey que al morir lo pusieran otra vez en el barco. Y así fue. Y el barco partió. La historia terminaba allí pero Leonardo supo darle otro final y explicárselo a sus compañeros. Él imaginó que ese barco se fue a otro pueblo, a hacer las cosas necesarias donde hacen falta. Fue un lector de amanecidas. Solía desaparecer semanas enteras, fingiendo viajes que no existían. En esas encerronas acumulaba conocimientos y se debatía con los autores clásicos y otros más contemporáneos.
Escribió su primer libro, La Magia más Vieja en los nueve días que duró su detención en la comisaría de Ramallo durante la dictadura de Onganía, en 1969. Castillo fue uno de los tantos ciudadanos argentinos que el régimen dictatorial quiso poner a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. La Magia más Vieja, obviamente es la Libertad. Dos cosas hizo el poeta estando preso: Escribir y una huelga de hambre. Paradójicamente mientras el Negro Castillo estaba preso escuchaba cómo gritaban los niños de la escuela N1, pegada a la Comisaría y se preguntaba ¿Qué más necesito para ser feliz?
En 1971 participó del Festival Nacional de la Canción, que por primera vez, se realizaba en el marco del Festival de Cosquín. Allí ganó el Primer Premio con el tema “El Potro Mario” que fuera musicalizado por Angel “Cacho” Ritro, quien fuera integrante del legendario grupo Los Andariegos. Aquí hay que mencionar que con esa canción le ganó a compositores de la talle de Manuel J. Castilla y Ariel Petrocheli entre otros grandes. La canción fue interpretada por Cesar Isella, siendo luego grabada por una gran cantidad de músicos entre los que puede mencionarse a Mercedes Sosa, Hernán Figueroa Reyes y Víctor Heredia.
En 1972 viajó a México representando a la Argentina en el Festival Internacional organizado por la Confederación internacional de Sociedades de Autores y Compositores. La canción que nos representó fue “Si un hijo quieren de mí”, letra de Leonardo y música de Ángel Ritro. Allí obtuvo el Tercer Premio, resultando luego un clásico grabado por Mercedes Sosa, Los Andariegos, Mariam Farías Gómez, Marikena Monti, Ginamaría Hidalgo, César Isella y otros artistas.
En oportunidad de filmarse la película “Los Gauchos Judíos”, dirigida por el cineasta Juan José Musid, le es encargado a Castillo la composición de las cinco canciones del film para lo cual debió elaborar las letras en base al guión y a la música que había compuesto para tal fin Gustavo Beytelman. Ginamaría Hidalgo pidió que Castillo fuera el compositor de las canciones porque según ella “No hay quien le cante mejor a la ternura…”. Cuatro canciones fueron grabadas por Ginamaría y la quinta fue interpretada nada menos que por Alfredo Zitarroza.
El gran músico chileno Rolando Alarcón se hizo eco de la obra de Leonardo Castillo y editó un disco completo musicalizando La Magia más Vieja.
Antes del golpe militar en Argentina, cuando la Triple A comenzaba la masacre, Leonardo debió partir al exilio, encontrando en España un notable tiempo de composición. A pesar del dolor de las ausencias, pudo reunirse con destacadísimos músicos y escritores haciendo de la palabra un testimonio militante en cuanta oportunidad se presentara. Llegó a compartir escenario entre otros, con Joan Manuel Serrat y Alfredo Zitarroza. En España editó su segunda obra escrita: Un Pueblo sin Medallas , que fuera también traducida al italiano. Mientras tanto el músico argentino Ica Novo editaba un disco que llevó por título el nombre de una de las canciones de Leonardo: “Cuando el hombre va en Camino”.
En España se editó también un disco que Castillo compartió con músicos argentinos y españoles y cuyos derechos fueron donados íntegramente al pueblo de Nicaragua.
En 1984 regresó a nuestro país, con el retorno de la democracia, y desde su vieja casa de Villa Ramallo continuó abriendo espacios y ofreciéndoselos a los demás. Es habitual ver en su casa amparada de ciruelos y de brevas, a los jóvenes que lo visitan para compartir sus tardes. Dirigió en su pueblo un taller literario gratuito que derivó en un libro antológico de todos los integrantes del taller. Se llamó “A las dos de la Tarde”.
En 1995 el pueblo de Ramallo le brindó un merecido homenaje realizándose talleres de plástica, música y literatura en base a su obra y culminado con un recital al que asistieron músicos, escritores y amigos entre los que pueden mencionarse a Los Quilla Huasi, Ica Novo, Anibal Sampayo, Fabián Sosa y Ángel Ritro.
Poco antes de dejarnos y por iniciativa del Diputado Provincial Ricardo Gorostiza, fue nombrado por la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires “Poeta Ilustre de la Provinca”. Trabajaba en su libro inédito que se titulará “Canon de un Extranjero”, cuando nos dejó huérfanos de toda orfandad. Pero vive con nosotros. La cultura oficial, tampoco en este caso ha dicho nada.

Elvio Zanazzi
En la foto, Leonardo Castillo comparte en Barcelona escenario con Joan Manuel Serrat (a su izquierda)

un poemita

Dé sirve que huela a jardines el viento
si falta el aliento
que atrapa la flor...
Aute


De qué sirve vestirme de juglar
Ataviarme de voces para defender otras voces
Treparme a un escenario para cantar la historia
Vender ilusiones por los pueblos
Armarme un esqueleto para viajar los miércoles
Soñarme un hombre entero
Arriesgar la parte
Hacerme fuerte en la intentona de la angustia
De qué sirve
Si falta el aliento
Que evapore las penas que rasguñan los labios
Nuestros
Amos
Dueños
Si atrapa la flor de tu ternura el monstruo desairado.
Que no!
De ninguna manera
Lo permitamos amor.


Elvio

Adrián Abonizio


El domingo 22 de Junio Adrián Abonizio estuvo en Ramallo. Casi "lanzo" la palabra "actuó", disculpen. Abonizio no actúa, canta como habla, dice con el corazón. Con mi amada Mariela organizamos su presentación llamando a los amigos, conocidos, equilibristas (seres normales también hubo). Lo hicimos en un hermoso Bar que hay en Ramallo que se llama "El Sitio" y gozamos de las canciones de Adrián quien nos hizo levitar en imágenes durante dos horas. Nos subimos al Gran Pez, dialogamos con Mirta, de regreso, ocupamos todos los bancos en la Villa de los Milagros, fuimos hacia el fuego como la mariposa.

Muchas veces recuerdo al poeta Nazim Hikmet, que pasó más años preso que lo que aguanta cualquier hueso normal: "La vida es linda hermano". Un tipo que sufrió tanto y sin embargo no perdió la ternura.

Abonizio nos recuerda que la vida vale el esfuerzo de sacarse las lagañas, mirar nuestro mal llevado genio en el espejo y salir a tragarse el sol con la boca bien abierta. "Cuando me despierto cada día"... dice Abonizio, y nosotros intentamos despertarnos.

Gracias Adrián Abonizio por compartir.

jueves, 26 de junio de 2008

POESÍA DE LEONARDO CASTILLO


ESPADA EN ROCÍO


Hemos recortado en la hierba
una espada en rocío y la empuñamos para salvarnos
con la forja del alba.
Tú sabes que estamos condenados a ver el nacimiento
de pequeñas imágenes oscuras y empujarlas
hasta formar pasaje en el tren de los cerezos.

Hemos remontado los caminos tomando a los niños,
alzando en nuestros brazos sus racimos secos
para que los traspasase la luz,
para que nadie diga mañana que no lo sabía.

No quisimos contemplar la respiración de la furia,
pero nos impusieron su latigazo y comprendimos que alguien
pagará la restauración del hombre;
este hombre deshecho, dilapidado,
futuro germen de los museos del amor.

Nos aferramos a las pequeñas verdades
rechazando la altura que no nos pertenece,
por eso nos caminan los hombres con la sencillez
de quien transita por su selva.
Por ellos abrimos las venas,
derramamos la vitalidad de los cedros sin pensar
que se terminaban los montes,
los refugios que nos protegían.
Sólo nos reservábamos el derecho
de nuestra propia muerte,
y es cosa de hombres que así sea.

El hijo que no tuvimos sabe
por qué andamos siempre como despidiéndonos,
y él sabe por qué alguna carta se ha escrito
como si fuese la última.
Él sabe de los aullidos en cualquier parte de la noche,
sabe de nuestras escrituras en las paredes, paredes remotas
que han gastado nuestras uñas.
El hijo que no tuvimos sabe de los heridos porque sí,
mientras la lluvia se cuela por los agujeros de la piel
y las hormigas aguardan el momento del hambre,
el momento de empezar su pesada y fina tarea.
Él sabe, solo solitario,
habitante mío desde la estrella más dura,
que nada de esto ha sido fácil.
Y yo sé que él,
solo solitario,
me espera en lo agrandado de mi miedo
con sus eternas preguntas de niño.

LEONARDO CASTILLO

MATE COSIDO, SOMBRA DEL MONTE

MATE COSIDO – Sombra del monte

Obra integral del escritor ramallense Elvio Zanazzi sobre la vida de Segundo David Peralta, más conocido como “Mate Cosido”.

En ella se combinan el relato y la poesía, a cargo del mismo Zanazzi, la música (voz y guitarra) del cantautor nicoleño Fabián Sosa, y las imágenes en video que acompañan el relato, seleccionadas y compaginadas por Santiago y Oscar Oviedo.

Segundo David Peralta nació en Monteros, Tucumán, en 1897. Tenía cinco hermanos. Cuando terminó sexto grado en su pueblo, ingresó en una imprenta como aprendiz de encuadernador.

Usó siete nombres falsos en su vida pero tenía un solo alias, Mate Cosido, a causa de “una cicatriz oblicua sobre la frente, del lado derecho, de un centímetro”.Eso dice en su prontuario de Gendarmería, que lleva el número uno. También dice que medía 1,65, de pelo castaño, con una "calvicie frontal incipiente", de labios finos y orejas grandes. Los años en el monte chaqueño oscurecerían su piel, le harían perder dos dientes y lo enflaquecerían.

En la década del 30 Chaco era todavía Territorio Nacional, recién sería provincia de la Nación Argentina en 1951. Y lo que no dice aquella ficha es que la Gendarmería se creó en 1938 y se estableció y organizó en el norte con el objetivo de atrapar a Peralta, una obsesión impulsada por las multinacionales Bunge y Born, Dreyfus, La Forestal y los dueños de muchas estancias, a quienes robaba acusándolos de explotar a los obreros.

La Gendarmería no pudo cumplir con su objetivo. Nunca pudieron atraparlo. Se les escabulló siempre, amparado por la gente, por los peones, las prostitutas y hasta por algunos policías que tenían conciencia de los atropellos que soportaban los sectores más humildes de la población chaqueña.

Fue su característica no utilizar la violencia, planificaba con detalle los golpes. Varias veces abortó asaltos, para evitar enfrentamientos abiertos con la policía. No por temor, simplemente era su manera de operar. Se comportaba con humildad y educación, pagaba generosamente los mínimos servicios recibidos, procederes que hicieron que gozara de la simpatía de mucha gente, que hasta deseaban que los visitara en sus casas.
Su imagen en la prensa de Buenos Aires era la del bandido que protegía a los pobres. Incluso Peralta solía escribir a una revista porteña, “Ahora”, para desmentir los partes de Gendarmería y contar su versión de los asaltos. Decía que los verdaderos ladrones eran sus víctimas, que explotaban el suelo argentino y a los campesinos, “...soy un producto de las injusticias sociales y siendo un adolescente supe de las persecuciones gratuitas de una policía inmoral al servicio de los poderosos”.

En 1939 los diarios dedicaban a su nombre y correrías el mismo espacio que al inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa.

A mediados de 1940 se dijo que había muerto al infectársele una herida en la cadera; se dijo que se refugió en Córdoba; se dijo que la traición lo decidió a abandonar la delincuencia e irse a Paraguay, donde pasó el resto de su vida. Lo único cierto es que tenía 43 años y que nunca más se supo nada de él.

Cuando las leyendas comenzaban a brotar Mate Cosido desapareció para siempre. Jamás pudo ser atrapado. Entonces sí entró definitivamente en la mitología rural.

EL POTRO MARIO (CANCIÓN)

EL POTRO MARIO

EL VALLE TIENE UNA PLUMA
DE PAJA Y BARRO
AL RANCHO MARIO LO HIZO
CLARITO Y BAJO.
EL VALLE TIENE UNA PLUMA
DE ESPUMA BLANCA
UN RANCHO TIBIO POR DENTRO
QUE AFUERA CANTA.

LA REJA DE LOS SAUZALES
LO VA RODEANDO
UN CORO DE SILBO ARISCO
Y EL AIRE ENTRANDO.
AL RANCHO LO HIZO DESPACIO
CON ESAS MANOS
Y EL RANCHO COBIJA EL SUEÑO
DE LOS PAISANOS.

AL RANCHO MARIO LO PRESTA
PA LAS REUNIONES
CAUDILLO DE MUCHAS LEGUAS
Y DE OPINIONES.
EL MARIO DICE VERDADES
QUE TODOS OYEN
QUE TODOS OYEN.

HOY MARIO VIVE ESCONDIDO
ENTRE SU GENTE
LOS HOMBRES CUIDAN AL HOMBRE
QUE LOS DEFIENDE
EL VALLE TIENE UNA HISTORIA
QUE SE COMENTA
EL MARIO SE ALZA EN LOS CERROS
Y EN CADA PUERTA.

Canción ganadora del Primer Festival de la Canción "Cosquín 1971"
Autores: Letra, Leonardo Castillo; música: Ángel Ritro

LA PALABRA

Este espacio es una comarca de palabras. El objetivo es compartirlo con soñadores, equilibristas, náufragos, sensibles del arte, pensadores, músicos..
Pretende ser un puente por el que crucen todas las fatigas del mundo -como diría el Poeta Leonardo Castillo- y descansen su cansancio. Queremos difundir todo el quehacer artístico, el pensamiento, la memoria popular, la tradición oral. Estás convocado. Gracias por sumarte.