sábado, 31 de enero de 2009

MEMORIA

Fluir permanente de recuerdos
similiar a una pócima que niega al olvido
estanque en ebullición
escondida en un cofre
golpeando los recuerdos en mi ser,
duro mazazo.
La memoria, avasalla.



Diego Ratto
Ramallo
Del libro: "Después de la Tormenta"
Antología del Círculo de Escritores de Ramallo
Ediciones baobab

miércoles, 28 de enero de 2009

LA MIERDA DE AMÉRICA



Anoche casi me detengo en el canal 2. Emitían un programa de esos en que periodistas y noteros emulan a la Verdad y los perseguidos por las cámaras representarían la lacra social que envilece el rol de ciudadanos de una república.
Tanto el notero estrella, su partenaire (una morocha muy linda y muy pro) y el camarógrafo (una mezcla de muchacho spielbergiano con cineasta frustrado) se “internaron” en una zona de yuyales persiguiendo camiones atmosféricos. Al mejor estilo Jose de Zerc, más carilindo, claro, el periodista arengaba ante la cámara (y ante los pelot.. que miramos la tele): “Desde Luján que lo vengo siguiendo y no tira nada…Es porque me vio. Nos vamos a esconder…”
Flaco: ¡Ni que estuvieras en Chiapas buscando la nota de tu vida!
Estaba persiguiendo camiones que transportaban mierda.
Para hacerla corta: el notero estrella colgado del estribo del camión intimaba al pobre gaucho que manejaba, preguntándole, ¿Qué llevás? Mierda –dijo el hombre- Qué querés que lleve en un atmosférico…
Mientras por un ancho caño salía a chorros el material, el periodista gritaba: “el olor es insoportable…Están tirando esto en un lugar que no corresponde..” La chica pro trataba de calmar a unos trabajadores cartoneros que les pedían que se fueran y los dejaran trabajar tranquilos.. “Yo no seeé, es la primera vez que vengo acá…Cálmesee señoor., susurraba la joven pro. Y el camarógrafo insultaba queriendo golpear a un laburante que pretendía (ingenuo) que no filmaran. La verdad, me quedó claro cuál era la mierda allí; y no era precisamente la de los camiones que con tanta valentía y audacia perseguían los muchachos de Fuera de foco, convencidos tal vez de estar viviendo una aventura en la selva de Chiapas. Cuando se encienden los televisores, en muchos casos, la mierda de América apesta.

domingo, 25 de enero de 2009

INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA A TRAVÉS DEL ARTE


De cómo en la era de la comunicación
desconocemos a los artistas que están aquí nomás


Era un tema de conversación recurrente con Leonardo Castillo. El Poeta se asombraba –con algo de pena- por la disociación cultural entre pueblos hermanos como Chile-Argentina-Bolivia-Paraguay-Uruguay-Brasil. Si bien hubo siempre mayor difusión de los músicos uruguayos en Argentina, y viceversa, no sucedió (ni sucede) con artistas de otros pueblos. El caso más increíble es la No Integración entre Chile y Argentina. En este blog publicamos una columna sobre Rolando Alarcón, gran compositor de Chile, prácticamente desconocido en Argentina. De igual forma ha sucedido con Quilapayún o Inti Illimani. A este último grupo pudimos verlo hace pocos meses en Rosario: un verdadero lujo que sigan subiendo a los escenarios del mundo propuestas como la que brindan estos artistas.
Con José Carbajal (el Sabalero) nos pasó algo particular. Fuimos a verlo a una peña llamada El Aserradero (Rosario). Ahí nos enteramos por boca de Carbajal que era la primera vez que actuaba en Rosario. Con mi amigo José no lo podíamos creer. Estamos cruzando el charco y estamos hablando de uno de los compositores más auténticos que ha dado la hermana patria de Uruguay. Gracias a Castillo conocí a María Dolores Pradera, algo así, a mi entender, como la Mercedes Sosa española. Pradera grabó también alguna canción de Castillo-Ritro. Bueno, nunca vino a la Argentina; nunca la llamaron, nunca la contrataron. Una española maravillosa que además difundió composiciones latinoamericanas y autoras de la talla de Chabuca Granda.
Con los compositores e intérpretes actuales sucede la mismo. ¿Cuánta gente conoce la obra de Eduardo Gatti o de Alejandro Filio? Sito dos a modo de ejemplo, pero hay cientos. Y aunque estoy puntualizando gente relacionada con la música entiendo que sucederá lo mismo con otras ramas del arte. Sería muy interesante que amigas y amigos que acceden a este espacio den su opinión y nos aportemos datos sobre nuestros artistas y difundamos sus obras. Es una forma de ganarle al olvido.

LLUVIA GLOBALIZADA

Pobrecita la lluvia
subida a un carrusel globalizado
girando en la violencia de los vientos,
hace mal el reparto.
Piensa en aquella lágrima,
el origen de su llanto en el mundo.
Sabe que la justicia aquí sería
a todos o a ninguno.
Señor, ¿Por qué a unos tanto y a otros nada?,
si son más los que sufren yo quisiera...
La respuesta es un trueno:
¡Las órdenes se cumplen o se cumplen!
¡Debes seguir llorando!

Lily Canals
Poeta argentina
Reside en San Nicolás, pcia. Bs.As.
Es una de las mejores poetas de este país y una persona de una fina sensibilidad para vivir como piensa.

Eso es...

No dormir si es preciso
Y si no es preciso tampoco dormir.
Caminar sin destino, sin parientes, sin vecinos barriendo la vereda, sin ver los colores de las casas, ni las luces de la esquina.
Correr para llegar a cualquier lado, esperando encontrar sólo lo propio.
Navegar sin ríos ni estelas, navegar nomás, sobrevolar la nada.
Preguntar y responder, todo al mismo tiempo, herir un yuyo hasta lastimarlo;
Convencer, palidecer, volverse rojo, morir de a ratos y renacer luego.
Eso es quererte.


Elvio Zanazzi

martes, 20 de enero de 2009

Ahí va



Hice la cama
Apoyé la cabeza contra la pared unas seis veces
Entibié las manos en el calefactor
Hablé con el gato
Él me miraba
Hablé con mí mismo
Monologué
No hubo forma de dialogar entre dos tristes locos
Puse a lavar la ropa
Me fastidió el ruido de la mecánica fría.
Me senté a mirar la computadora
La insulté
Fría mecánica fría
Pené rodé pené
Me dije ¡Levantate boludo!
Me grité en silencio
En silencio lloré y no comprendí a las lágrimas que no quisieron caer
(Cansadas pensé)
Hartas de florecer y no regar.
Y encaré la vida y punto
Que así será
Que así vendrá mañana a pasarme factura
Y no quiero más créditos
Quiero cordura al contado
Furia quiero
Punto.


Elvio Zanazzi

lunes, 19 de enero de 2009

COPLAS


Vaga en las noches sin luna
mi pena que es solitaria
vaga y encuentra un abrigo
cajoneada en mi guitarra.

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Ovillito del equilibrio
hace que la punta asome
que hay pocos que tienen mucho
y muchos que ya no comen.

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Las roldanas de la vida
nunca suelen ser parejas
unas brillan bien lustrosas
y otras crujen de resecas.


Daniel Romero
Nacido en La Paz (Entre Ríos) y vecino de Villa Ramallo desde 1967.
Escritor y empleado de comercio

domingo, 18 de enero de 2009

Argamasa (segunda parte)



PARA NARRADORES: Historias en masa

El regalo que Hernández le hizo al emperador generó una relación de íntima amistad. Y también posibilitó que el argentino se convirtiera en empresario. Hijo del cielo viajaba con sus vasos en un coche especial tirado por las mejores yeguas cuando el cochero se detuvo en una esquina. Había una manifestación de trabajadores que reclamaban porque el pasaje de transporte público estaba muy alto. ¡Apura! dijo el mandatario al cochero; éste revoleaba latigazos a diestra y siniestra a sabiendas que si no lograba huir de la concentración sería sancionado. Y ya se sabía cómo eran las sanciones en el Palacio: a Chao Yaun, encargado del cuidado y la limpieza de los vasos, le cortaron la cabeza porque se le cayó uno al piso. Logró zafar el cochero y regresaron a la holgazanería imperial.
Y fue allí, en ese regreso impetuoso e inesperado, fuera de la hora corriente, cuando Hijo del cielo vio salir a Hernández por la puerta privada de acceso al Palacio, la que estaba vedada a todo el mundo siendo de exclusivo uso del emperador y la emperatriz.

continuará

viernes, 16 de enero de 2009

CUENTO DE LEONARDO CASTILLO

Cuento para El Nuevo Año

Según aquella viejísima leyenda, durante los veranos, bajaba de la montaña el anciano que traía “el frío dulce”.
Ese hombre descendía, según los mayores, con un milagro de hielo molido y frutas del bosque para todos los niños del pequeño pueblo, y cuando se dice para todos los niños, es porque muchos no tienen lo que necesitan o desean, ya que la vida tan apurada y distraída no se fija en ciertas cosas.
Él no lo ignoraba y llevaba lo mejor que tenía para reunir a su alrededor a esa bandada ansiosa y bullanguera.
Los pequeños aguardaban el inicio de los días más largos donde crecía para ellos una increíble ceremonia de bailes y cantos, un verano de colores fríos y transparentes, porque el visitante sabía trabajar el hielo que dejaba el viento “del soy para todos”, el rocío de la nube “estoy donde hago falta”, y la fiesta de la brisa del norte “con los duendes de todos los colores”.
Los mayores miraban curiosos y asombrados aquella presencia infaltable en los días del sol más perdurable hasta que después de muchas, muchas visitas, se atrevieron a preguntarle por aquel milagro. Querían saber si no habría para ellos otro milagro de trabajo, que casi no había, o milagro de medicina, o de leche, o de pan.
El anciano pensó en aquella gente, en sus dificultades, en los días malos que soportaron y que parecían no terminar. Recorrió con su memoria otros pueblos, otras gentes preocupadas por lo mismo y al fin dijo: “Ustedes hablan de un milagro, pero yo no conozco ningún milagro. No sé qué rostro tenga, ni con qué mano trae las cosas. Lo que hago es simple: subo a la última altura y tomo lo necesario del “soy para todos”, de aquel “estoy donde hago falta”; y que por eso podía bajar con “los duendes de todos los colores”, y que ellos podían hacer lo mismo, inventando el camino que jamás haría por otros, ni alcalde ni rey alguno.
Las mujeres y los hombres entendieron, y así lo hicieron. No fue fácil, pero poco a poco, se vio cómo aquella aldea se transformaba. Mejoraron las noches y los días con los que hicieron otra vida. Hasta pudieron plantar un paisaje, y la escuela que nunca habían tenido. Todo cambió, y las gentes de otras partes, llegaban para ver el milagro de la aldea, preguntando qué clase de magia los había asistido.
Los habitantes señalaban a la montaña donde apenas se veía un estrecho muy empinado, que se perdía en las alturas.
Es cierto, la vida cambió, salvo la visita del anciano al comenzar los veranos. Llegaba, como siempre, con sus heladas cascadas de sabor y colores derramándola en las callejuelas de la aldea y alrededor de la fuente, allí donde toda la familia reunida eran un baile y un solo canto.

Leonardo Castillo
1994
Publicado en las tarjetas de Ghelco, en la que Castillo trabajaba como vendedor de productos para heladeros.

jueves, 15 de enero de 2009

FIN

Contadores Geiger
-esculturas gigerianas*-
gris ceniza
-gris rata-
presente
en ruinas sepultadas
-con arqueólogos y mañana-
verdes químicos
-ver desesperanza-
ataques quirúrgicos
-cirugías frankenstianas-
azul mar muerto cielo agonizando
amarillos agrios -lluvias ácidas-
relámpagos radioactivos -luces malas-
morados cáusticos
corrosión del alma
sangre y negro
-rojo y nada-
ya no habrá regreso con gloria
ya no habrá regreso
nada

*H.R.Giger: artista plástico suizo
Luís Miguelena
Poeta-Escritor
Pergamino - Buenos Aires

miércoles, 14 de enero de 2009

LA MUERTE NO CONMUEVE


¿Cuál es la relación entre la estupidez, la muerte, la morbosidad del ser humano? Asistimos impávidos a la muerte sin parecer conmocionarnos. Los ataques del gobierno israelí a la población de Gaza ya suman 900 muertos. Parece ser que según de dónde sean las víctimas adquieren o no calidades de tales. El terrorismo tiene "marca". La industria de la muerte necesita cadáveres para sostener sus náuseas. Los líderes del mundo nunca se sientan en la plaza de un pueblo que va a ser programáticamente bombardeado, y líderes incluye no sólo a dirigentes políticos, sino también religiosos, sociales, culturales.
La vida no vale nada, como dijo Milanés.
En Argentina asistimos (comparación espantosa, disculpen)a la grosería del rally dakar, que bien emula un film horrible que ni el nombre recuerdo donde competidores automovilísticos sumaban puntos en función de las personas que aplastaran.
Ya van tres muertos para la insoportable parodia vitoreada por miles de fanáticos en la avenida 9 de julio de Buenos Aires. Todo pasa y sigue. La muerte se convierte en estadística, solo eso.
Es el mundo del revés. Nademos para el otro lado.

domingo, 11 de enero de 2009

OSVALDO HECTOR BACCARO

Nació en Rosario, el 8 de setiembre de 1931 y se radicó en San Nicolás de los Arroyos en 1954, vinculándose a diferentes entidades locales, Por más de treinta años se desempeñó como titiritero interpretando obras de su repertorio. Desde 1992 a 1994 editó y dirigió la Revista “PENTECOSTES”.
Incursionó además en programas radiales y televisivos, colaborando en diarios y revistas, lo que le mereció en 1995, el Premio “SANTA CLARA DE ASIS” En 1997, publicó “LOS VELORIOS NO SON TRISTES” y en 1998 “CUENTOS QUE NO SON CUENTOS : Historias sin linaje”. Es autor de una vasta producción de cuentos, en su mayoría inéditos, algunos premiados y otros que integraron antologías, habiendo también escrito ensayos y obras de teatro (en especial para niños, que representó a lo largo de su labor como titiritero). Últimamente terminó de escribir una novela, próxima a publicarse.
De 1988 a 1992 ocupó la Presidencia de la S.A.D.E. (Sociedad Argentina de Escritores) Seccional San Nicolás, entidad de la que es socio activo desde 1981, ocupando cargos en el Fondo Editorial San Nicolás, y en la S.E.P. (Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires), integrando la Comisión Coordinadora de la Feria del Libro de San Nicolás y la Comisión Directiva de la Asociación “Amigos de la Feria del Libro”. Actualmente revista en la Comisión Directiva de la A.E.N. (Asociación de Escritores Nicoleños).

CUENTO DE OSVALDO BACCARO

EL CUADRO DEL GENERAL

Primer Premio
Concurso de Cuentos “Alfonsina Storni”
S.A.D.E. Seccional Marcos Juárez (Cba)
Junio 2005


La vertiginosa sucesión de los acontecimientos hicieron que la habitual timidez de Heráclio Puzzulatto se tornara en dramática confusión.
De por sí, solitario y taciturno, su pusilanimidad tornaba más conmovedora la incertidumbre a la que se había visto arrastrado por las aciagas circunstancias políticas.
Empleado administrativo de una de las tantas reparticiones estatales, a pesar de los muchos años de servicio no había logrado salir de la baja categoría en la que había ingresado.
Siempre había sido anti-peronista. Así lo mandaba una larga tradición familiar, que desde 1943, había mostrado un marcado rechazo a la carismática figura del líder de los trabajadores.
No obstante; incapaz de manifestar su postura política, con esa mansa pasividad de los que nunca se definen, toleraba trabajar debajo de un enorme cuadro en el que el General, montado en su caballo pinto, mostraba su apuesta estampa.
Ya próximo a jubilarse, Heráclio era el único de la oficina que no había sacado la libreta peronista, ni había participado de los actos de homenaje cuando murió Evita, ni había asistido a las concentraciones decretadas por la C.G.T. en apoyo al Presidente, cuando su renuncia.
En setiembre del cincuenta y cinco lo sorprendió la Revolución Libertadora que, encabezada por el Gral. Lonardi, derrocó a Perón, y tras los varios días del obligado receso impuesto por las acciones bélicas, Heráclio retornó al trabajo con aquella puntualidad de la que siempre hacía gala ya que solterón y sin familia, el empleo era la única razón de sus desvelos.
Como siempre fue el primero en llegar a la oficina y naturalmente el primero en ver tirado en el
suelo el cuadro del General.
Dominado por un terror compulsivo pensó que lo culparían de haberlo descolgado y que ello disgustaría a sus superiores con los consiguientes dolores de cabeza que ello le acarrearía.
Tomó entonces la ecuestre efigie del líder y subiéndose a una silla, la volvió a su sitio,
En ese preciso instante entraban al recinto los interventores recientemente designados por el Gobierno que acababa de asumir.
De allí en más, Heráclio Puzzulatto comenzó a deambular con el diario bajo el brazo recorriendo las direcciones indicadas en los avisos clasificados que ofrecían empleo.
Al único que no lo era, lo echaron por serlo.

Osvaldo Baccaro

sábado, 10 de enero de 2009

ARGAMASA (por Elvio Zanazzi)






PARA NARRADORES: HISTORIAS EN MASA

Un regalo.

Hace muchos años gobernaba en China un emperador al que llamaban “Hijo del Cielo”. Era un hombre muy poderoso. Un día le trajeron de regalo cincuenta y cinco vasos de porcelana azul, hermosos. El emperador quedó impactado. Tan emocionado y feliz estaba que mandó a construir en el palacio un salón exclusivo para exhibirlos. Tanto admiraba su regalo que mientras los albañiles levantaban la nueva construcción él viajaba por la ciudad con los cincuenta y cinco vasos en una caja. Para viajar utilizaba el transporte público que se había inaugurado con bombos y platillos hacía poco tiempo. Hijo del Cielo había llamado a licitación para el servicio de transporte pero en realidad ya se sabía de antemano quién se haría cargo de ese negocio. El turbio concurso no tuvo sorpresas: la empresa “Hernández” fue la ganadora. ¿Hernández en China? Pues sí. Carlos Hernández era un argentino que había vivido en el campo de su familia toda su vida. La familia se dedicaba a la agricultura. Eran varios hermanos y en la época de la trilla el campo se veía poblado de trabajadores que hacían su campamento en medio de las parvas y compartían asados y guitarreadas nocturnas. Pero sucedió que en una de esas jornadas un joven poeta visitó el campo de los Hernández para conocer el fenómeno de la trilla del trigo. Una noche, el poeta recibió una visita anónima y fogosa que resultó ser la esposa de Carlos Hernández. El poeta se fue al otro día y Carlos Hernández a la semana, previo cobro de su parte del campo. Y loco de desencanto partió a China. Parece que además de “engañado” Hernández era un adulón amigo del poder. Y entre las cuitas que arrastró consigo se llevó unas yeguas mansas y unos vasos de porcelana que –según decía- habían llegado al campo con sus bisabuelos moros. No tardó casi nada en ubicar el Palacio y llevarle el regalo al Emperador….

Continuará…..

miércoles, 7 de enero de 2009

Cuando los reyes magos pasaron por la canchita de Fidel

Nadie los esperaba. Se jugaba un partido rabioso en medio de la polvareda. Domingo 3 de enero de 1986. Los domingos había que estar temprano para no quedar de espectador. ¡Somos muchos! solía gritar algún futbolista cuando no se podía parar un balón, hacer una gambeta, dar un pase ancho al lateral. El cupo de participantes estaba completo y los que estaban afuera procuraban armar otro equipo para jugarle al ganador.
De pronto llegaron tres individuos raros: vestían trajes fantásticos, coloridos, tenían turbantes; uno portaba una argolla en la oreja izquierda. Montaban caballos altos y jorobados. Uno de ellos gritó ¡camisetas para todos! y de inmediato los deportistas se vieron vestidos de flamantes casacas, doradas unos, púrpura otros.¡Goles! vociferó el segundo, y al instante la pelota ingresaba en los arcos indistintamente y los jugadores se abrazaban felices sin distinguir compañeros o rivales. El tercero dijo ¡Igualdad! y enseguida estaban formados anárquicos los muchachos del potrero y los que armaban el tercer equipo. Todos cantaban a coro una canción que les liberaba el alma.
Todo sucedió en cuestión de minutos. Luego los tres personajes extraños montaron sus extravagantes animales y partieron. Cuentan los vecinos del barrio La Ribera que cuando estos hombres desaparecieron detrás de una nube todo volvió a la normalidad. Y dicen que la historia fue escondida y olvidada por la cultura oficial. Dos de los tres raros visitantes eran negros. Nadie creyó entonces que los reyes magos estuvieron en la canchita del barrio de Fidel.


Elvio Zanazzi

lunes, 5 de enero de 2009

El aire en llamas


1
no fuimos elegidos
buscamos la palabra
por instinto
supervivencia

ahora caigan los telones
no podemos llamarnos de otra forma

2
yo no podría amar a un hombre
que no entendiera la mitad
de mi silencio

en
el poeta
madre padre
necesita
nutrirse de ciertos alimentos

Cintia Bravo
Poeta, cantante, compositora
nacida en San Nicolás de los Arroyos

sábado, 3 de enero de 2009

EL VALOR DE LAS PALABRAS


Bueno amigos, se vino el 2009. Como lluvia copiosa besa nuestras rutinas. Somos el frontón del pelotari, la tarima del escenario, la galletita mojada en el café. Nos avanza, como siempre. ¿Y nosotros? ¿Dejaremos rebalsar la copa, distraídos y egoístas? Nos roba a diario no solamente la comida. También las vocales y consonantes, los verbos y las diéresis. Nos incorporan palabras prepotentes y el lenguaje se convierte en un río rodeado de pestilencias verorrágicas.
Les propongo un tratado de Soñadores a elaborar entre todos. Donde digan "pragmatismo" pongamos TERNURA; cuando mencionen "Seguridad" digamos EQUIDAD; en cuanto insinúen "propiedad privada" sopesemos SOLIDARIDAD; donde refrieguen "sector" imprimamos TODOS; cuando sugieran "bombardeo por error" escribamos ASESINOS. Con la palabra se puede hacerde todo; no dejemos que de ella usen y abusen siempre los mismos. Si nos entierran las palabras pues, démosle riego para que vuelvan a nacer. Hagámonos dueños de la palabra AMOR. Dejen ya de matar.
Hagamos afiches con la palabra BASTA, con el vocablo ANORMALIDAD.
Para que una vez más el Año Nuevo no nos trague lo humano, no nos esconda la rebeldía, el conocimiento virtuoso, el valor de las palabras.
Felíz 2009, si nos atrevemos.

Elvio Zanazzi
elvioza@yahoo.com

jueves, 1 de enero de 2009

ROLANDO ALARCÓN-LEONARDO CASTILLO: La canción que atraviesa la cordillera.



Rolando Alarcón Soto ( n. Santiago, 1929 - m. Santiago de Chile, 4 de febrero de 1973) fue un destacado folklorista, compositor y profesor chileno. Siendo un niño, su familia se trasladó desde la localidad de Sewell a Chillán, donde transcurrió gran parte de su formación hasta llegar a titularse de docente en la Escuela Normal de la ciudad, destacando en la parte musical como intérprete de piano. Su carrera artística comienza con el Conjunto Cuncumén. En este conjunto es su primer director y permanece hasta 1962, donde deja una marca estética en materia de arreglos instrumentales y vocales que la gran mayoría de los conjuntos de proyección folclórica mantienen hasta hoy.
Graba su primer LP en 1965, que incluye grandes éxitos como "Si somos americanos" y "Mocito que vas remando", le sigue otro larga duración de bastante éxito, tras lo cual tiene un giro más decidido hacia la Nueva Canción, lo que le cuesta la censura de dos de sus canciones (Se olvidaron de la patria y Escuche usted general). En 1968 forma su propio sello, Tiempo, que comienza con su exitoso trabajo "Canciones de la Guerra Civil Española"). Con Tiempo edita numerosos trabajos hasta "El alma de mi pueblo", su última producción de 1972. Gana el festival de Viña del Mar junto al dúo Los Emigrantes en 1970 con la canción "El hombre" y participa en el Festival de Cosquín de 1971. En 1972, además, es designado como Asesor Musical del Ministerio de Educación.
Tras una extensa gira con el elenco de la Peña "Chile Ríe y Canta", fallece en 1973 producto de un paro cardíaco durante una operación por una úlcera.


Fuente: canto.revolucionario.googlepages.com

He venido desde lejos
(Leonardo Castillo - Rolando Alarcón)
He venido desde lejos


a cantar una baguala.


La tarde se ha puesto mala


y ante la noche se cae,


pero soy el responsable


de la gente que me aguarda.


He venido desde lejos


a cantar una baguala.


El que tome de mi vino


siempre dirá lo que sabe.


Golpes de palo fijo


para marcar los finales,


buscando los apellidos


y el nombre de los culpables.


Encerraron por ser libre


al aire en un calabozo.


Cuando el aire salió libre


salió pechando furioso.


Qué cosas no tumba el aire


cuando lo sopla mi pueblo.






Rolando Alarcón musicalizó y grabó canciones de Leonardo Castillo provenientes del libro de éste "La Magia más Vieja", escrito en la comisaría de Ramallo,estando Leonardo Castillo preso de la dictadura de Onganía.